jueves, 15 de noviembre de 2012

ZLATAN: La mezcla de Zinedine y Marco

Tras lo ocurrido en la noche del miércoles, el mundo del fútbol anda revolucionado tras la actuación de Zlatan Ibrahimovic ante Inglaterra. No es para menos. La actuación del genio nórdico está sólo reservada para genios de la talla de Leo Messi o Cristiano Ronaldo. Nada más y nada menos que cuatro goles anotó al guardameta inglés, Joe Hart. El cuarto, posiblemente, uno de los goles más bellos y complicados que he visto en mi vida.

Ibrahimovic marca las diferencias con golazos

Descubrí a Ibra hace 10 años en un partido correspondiente a la Liga de Campeones. El Ajax, con Van der Vaart, Sneijder, Chivu , Van der Meyde y Heitinga a la cabeza, visitaba Mestalla para disputar un partido crucial para lograr la clasificación para cuartos de final. Todos recordamos a aquel Valencia de Rafa Benítez, con Cañizares, Ayala, Vicente, Baraja, Kily, Aimar... Un gran equipo vigente campeón de liga.
El recital que dio el sueco fue para enmarcar. No sólo por el gol que supuso el empate, sino por el festival de regates, controles, movimientos y pases con el que nos deleitó todo el partido.
Ese Ajax dio mucho que hablar. Esa temporada fue eliminado en cuartos de final por el que, a la postre, resultaría campeón de la competición, el Milan, gracias a un gol de Inzaghi en el tiempo añadido.



Reconozco que a partir de ese momento seguí su carrera. Junto con Zidane y Kluivert, pasó a convertirse en uno de mis jugadores favoritos.

En verano de 2004 fue traspasado a la Juventus de Fabio Capello. La mala temporada anterior del equipo de Agnelli, supuso un gran desembolso en incorporaciones, destacando, naturalmente, la de Ibrahimovic. Así, se unía a los Del Piero, Buffon, Nedved, Trezeguet y compañiá para intentar devolver al club turinés a lo más alto del fútbol europeo.
Sin embargo, y a pesar de conseguir dos Scudettos consecutivos, la Juventus fue eliminada en cuartos de final de la Champions durante dos años seguidos. En ambos casos por clubes ingleses; el Liverpool, a la postre campeón, y el Arsenal, futuro finalista.
Las estadísticas de la estrella sueca no fueron precisamente imponentes, pero si por algo no se caracterizó el inicio de la carrera de Zlatan fue por los números. Él ofrecía espectáculo, regates, asistencias...



Tras el Moggigate, el escándalo que supuso el descenso de la Juventus a la Serie A,  Ibra , tras manejar varias ofertas, se decidió por el eterno rival de los bianconeri, el Inter.
En su primera temporada mantuvo el nivel de la Juventus. Precisamente, con Mancini en el banquillo, volvió a ganar el campeonato italiano, pero, al igual que años anteriores, su equipo quedó fuera a las primeras de cambio en Champions League. A pesar de que su estado de forma era satisfactorio, siempre se le exigía mejorar sus estadísticas.
Y fue con la llegado al banquillo neroazzurro de José Mourinho, cuando Zlatan Ibrahimovic demostró todo su potencial. Sus 51 goles en 81 partidos con el Inter, le colocaban en la élite de mundial de los delanteros. Si al nivel de juego le añadíamos unos grandes números, resultaba imparable.



Tras 3 ligas consecutivas  de Ibra con el Inter, el técnico del Barça, Pep Guardiola, decidió realizar una maniobra muy arriesgada. Creyó preciso intercambiar al máximo goleador de Europa y un seguro de vida por aquel entonces, Samuel Eto'o; por el talento, la genialidad , la indisciplina y la anarquía del jugador sueco.
Comenzó bien la aventura para técnico y jugador blaugranas, pero culminó con una relación rota, cruce de declaraciones incluida, que llevó a la suplencia al futbolista. Aún así, excepto en los últimos dos meses, en los cuáles estuvo castigado por su técnico, los estadísticas de Zlatan no fueron malas, anotando 22 goles en 46 partidos, alguno de ellos importantes, como el que hizo al Real Madrid. La desgracia le vino cuando fue precisamente su ex equipo el que le apeó de la final de la Champions.



Tras llevarse su séptima liga consecutiva bajo el brazo, Pep Guardiola, harto de sus faltas de disciplina, decidió cederlo al Milan, eterno rival del Inter. Posiblemente, en el equipo lombardo fue donde Ibrahimovic desplegó su mejor juego. Ya no por sus 56 goles en 85 partidos, si no por los recitales balompédico con que nos deleitaba domingo sí y domingo también. Su entrenador, Massimo Allegri, tal y como hizo Mourinho años atrás, le dio los galones de máxima estrella. El equipo jugaba por y para él. Era la primera opción en ataque, y todo ello se vio reflejado en el terreno de juego. No obstante, tras ganar su octavo título iguero consecutivo con 5 equipos diferentes, no tuvo posibilidad alguna de pelear por la Champions League.



En la actualidad sigue dando clases magistrales de fútbol tanto con su selección, Suecia, como en el PSG, equipo llamado a pelearle la supremací continental a Madrid y Barça en un par de años. En lo que llevamos de curso, su media goleadora es de gol por encuentro.



Nunca he visto a un jugador meter tantos goles tan distintos y de tan diversa factura. Potencia, sutileza, habilidad... no hay un tipo de gol que se le resista. Incluso a balón parado es destacable.
Personalmente, creo que es el mejor delantero que he visto en mi vida. Nunca llegará al nivel de Ronaldo en la temporada 1996/97 con el Barcelona, pero siempre mantiene el nivel, y qué nivel!! Sólo Drogba y Eto'o pueden acercarse al genio sueco. Podrán decir que son campeones de Europa, pero no podrán presumir de tener esa estética y elegancia tan práctica que le llevará a ser recordado como un crack histórico.

Messi y Cristiano son los mejores jugadores del mundo, sin duda. Hacen tantas cosas, y en tan poco tiempo, que resulta inimaginable poner a otro jugador a su nivel. Piqué, en declaraciones recientes, dijo qu "Messi es un extraterrestre y Cristiano el mejor de los humanos". Yo diría que Messi y Cristiano son extraterrestres, e Ibra el mejor de los humanos"

Un jugador que atesora la elegancia, la técnica y la sutileza de Zidane; y el olfato goleador, la planta y la clase de Van Basten, merece ser recordado durante muchos años.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Los problemas del Madrid

El magistral lanzamiento de falta de Ozil en el último minuto, otorgó al Madrid la tranquilidad necesaria para afrontar los dos últimos partidos de la fase de grupos de Champions. Bueno, eso y la vergonzosa actuación de los colegidos en el City-Ajax, donde anuló un gol legal a Agüero y miró para otro lado cuando a Balotelli le hicieron un ushiro nage que hubiera supuesto la posible remontada citizen. Una victoria de los ingleses hubieran obligado al Madrid a no perder en el siempre complicado Emirates Stadium.

Los merengues se vieron superados casi en todo momento por el bien trabajado equipo alemán. Un Gotze y un Gundogan imperiales camparon en sus anchas en el terreno de juego. Poco van a tardar Gotze, Reus y Lewandowski en abandonar el equipo amarillo, aunque huelga decir que este equipo no lo conforman simplemente tres jugadores. Hummels, Piszczek, Schmelzer, Grosskreutz y Kuba pasarán a formar parte de las plantillas más importantes de Europa en no mucho tiempo.

Lo malo es que no se puede decir que hacía mucho tiempo que el Madrid jugaba tan mal. Este año, a diferencia de la temporada pasada, el equipo de Mourinho ha bajado ostensiblemente su nivel de juego. Sólo en los partidos de Supercopa y Liga ante el Barça, y ante el City y el Ajax en Champions, el Madrid ha recordado al equipo que gobernó el campeonato liguero y gran parte del continental.el curso anterior ¿Por qué ese cambio en el juego y en los resultados?

Sinceramente, creo que los pinchazos en los primeros partidos de liga vinieron provocados por la falta de concentración. De hecho, el Barça tuvo los mismos problemas tanto en Pamplona como en Sevilla, sólo que éstos fueron paliados gracias a la labor arbitral (tal y como le ocurrió al Madrid el pasado año). Los partidos de Getafe y Sevilla se saldaron con sendas derrotas muy merecidas. El equipo mostró una desidia e insolencia poco propias de los equipos de Mourinho. A partir de ese momento, y tras la agria polémica del técnico con Sergio Ramos, el Madrid se entonó y comenzó a recordar al del año pasado. Partidos como los ya mencionados anteriormente ante el City, Ajax, Depor y Barça, dieron buena cuenta de ello.

Pero fue tras la reciente fuga de internacionales donde el equipo comenzó a desmoronarse. Las lesiones de Marcelo, Khedira y Arbeloa ha provocado en el Madrid un maremágnum de situaciones tácticas que "The Special One" no ha sabido manejar.

Si algo ha quedado claro en este último año y medio es que Sergio Ramos es el mejor central del mundo. No existe defensor alguno que otorgue tanta seguridad y tenga tanta claridad a la hora de sacar el balón. Expeditivo cuando la situación lo requiere, la sobriedad que transmite se antoja indispensable en la zaga madridista. Si al andaluz se une un central de la talla mundial de Pepe, hablamos de la mejor pareja de centrales del mundo. Para mí, si ambos están en condiciones, son inamovibles. Y el Madrid lo nota cuando esta premisa no se cumple.
Este "incumplimiento" provoca realizar experimentos que conllevan un serio peligro para el equipo. Está bien incluir a Essien de lateral ante el Celta en el Bernabéu, pero resulta incomprensible colocarlo en la misma demarcación en Dortmund emparejado con Gotze. Mourinho no confía en la cantera, y se nota. Ni mucho menos digo que Casado sea mejor que Coentrao o Marcelo, pero sí es mejor lateral izquierdo que Essien.
Aparte de los citados experimentos, nos encontramos ante una baja capital en la retaguardia del Madrid. Una baja que se nota, y mucho, en partidos como el de anoche. Claramente me refiero a Marcelo. El brasileño es un jugador que, obviando alguna falta de concentración o colocación, resulta una amenaza constante para el rival. Es el desatascador cuando los Cristiano, Ozil y Benzema de turno no tienen su noche. Sus internadas por la banda son devastadoras, y no hay ningún lateral en el mundo que cumpla esa misión mejor que él.

En lo que se refiere al centro del campo, Essien está cumpliendo con creces. Pero aún así no llega al nivel de Khedira. Nunca he tenido en alta estima a este jugador. Me parece que por cada balón que recupera pierde siete, por lo que en ocasiones me irrita. Pero bien es cierto que nos encontramos ante un jugador muy inteligente, que dosifica muy bien los esfuerzos y con una llegada al área poderosa. No consigo encontrar a un jugador que presione con tanta sensatez la salida de balón del equipo contrario. Cuando digo sensatez me refiero a inteligencia (Di María, por citar alguno, no es un ejemplo de presión inteligente). Khedira seguramente no recupera tantos balones como en su momento Makelele o Mascherano, pero con sus movimientos neutraliza la fluidez del juego del adversario. Con el alemán, como ocurre con Busquets en la selección,  Xabi Alonso mejora su rendimiento. Precisa de este tipo de jugadores sobrios e inteligentes a su lado para dar su máximo nivel. Junto a Modric, Xabi Alonso no es el mismo, pierde su jerarquía en el control del juego, y eso con Khedira no le sucede, por lo que incido en la necesidad del Madrid de recuperar al cien por ciento al alemán.

El alemán es imprescindible en el equipo de Mourinho

En cuanto al ataque, el arma devastadora del equipo, Cristiano-Ozil-Di María-Benzema-Higuain, conforman, posiblemente, el grupo de atacantes más importantes de Europa. El problema radica en la falta de forma de Di María y Ozil, dos jugadores indispensables en la zona de tres cuartos del ataque merengue. Son los responsables (junto a Modric) de nutrir de buenos balones al tridente goleador madridista. Debe insistir mucho Mourinho en que ambos recuperen la forma, porque resultan vitales dada la forma y el ritmo de juego que imprime el luso en los partidos.

Espero que Mourinho, por el bien de su equipo, conforme avance el curso se dé cuenta de los errores cometidos en el último mes. Sabe que tiene la plantilla más compensada de Europa y que es un especialista en sacar el máximo partido de ellas. Espero que su ego no desmorone un entramado que tanto tiempo y sacrificio le ha costado levantar.