miércoles, 27 de febrero de 2013

Resaca del Clásico I (Barça)

Pasó el Madrid. Y se clasificó bien, sin sufrir. Anotar tres goles en el Camp Nou, y ante este Barça, no es tarea fácil, aunque anoche sí lo pareció. Sin ser un baño de juego, sí lo fue en el aspecto táctico. Mourinho montó una telaraña que el Barça, en ningún momento, pudo superar. Una intervención de Diego López en todo el encuentro lo demuestra. Veamos algunas de las claves del partido del Barça

Anoche se vieron signos evidentes de que el nivel físico de los jugadores blaugranas está por los suelos. No hubo movilidad por parte de ningún jugador. Pedro, Messi, Alves... son especialistas en desmarques de ruptura, pero anoche sólo realizaron uno, el del gol de Jordi Alba. En la previa comenté la importancia de los laterales en este tipo de partidos, sobre todo a la hora de desmarcarse por el exterior a la espera del pase de Iniesta o Messi.

El juego del Barça resulta plano, horizontal. No hay verticalidad. Cierto que el juego blaugrana, a lo largo de los últimos años, no se ha caracterizado por ser un equipo directo, pero bien es cierto que en los dos primeros años de Guardiola, la presión era más fuerte y las combinaciones en la zona de tres cuartos mucho más rápidas y dinámicas. En mi opinión, va siendo hora de que Thiago adquiera más protagonismo en el equipo. No es ventajismo, es una realidad.

Xavi no encontró el camino para desmontar el entramado madridista


Uno de los motivos por los que el Madrid tiene las de ganar en estos partidos radica en la finalización de las jugadas. A mi entender, este factor se antoja importantísimo. Mucha posesión, mucho juego elaborado que no se culmina con disparos a puerta. Las pérdidas de balón en la media luna del área de ataque provocan contragolpes letales por parte del Madrid. Si hay una máxima a la hora de enfrentarse al Madrid, se basa en no dejar que los blancos recuperen y te maten a la contra. El Barça no la cumplió en ningún momento.

Hay jugadores que no están al nivel que se les presume. Xavi camufla con estadísticas y goles el pobre nivel de juego que atraviesa desde hace mucho tiempo; Busquets no realiza las coberturas como antaño; Alves ya no es el de antes, pese a que ha mejorado; y Pedro, a pesar de su perseverancia, no está acertado (5 goles en lo que va de temporada). Iniesta es el único que lo intenta. Es el único halo de luz que maneja el equipo en partidos atascados, y con eso no basta si no hay movilidad arriba.

La pareja Puyol-Piqué me ha parecido durante varias temporadas una de las mejores del mundo. Pero bien es cierto que la falta de concentración de Piqué es evidente, así como las cantadas tácticas del capitán. No hablo de velocidad ni de la jugada del segundo gol del Madrid en concreto. Me refiero a la falta de rigor táctico a la hora de salir a la presión del delantero y desguarnecer la zaga. En varias ocasiones pudimos ver cómo Higuain bajaba a recibir de espaldas y cómo Puyol le seguía a nadie sabe qué. Este tipo de jugadas suponen un regalo para Cristiano, quien ve muchos huecos para meter mano al contrario.

Y terminamos con Messi. No podemos esperar que este jugador muestre un nivel espectacular partido sí y partido también, como tampoco se lo podemos pedir a Cristiano. Su temporada está siendo portentosa, con casi 50 goles entre todas las competiciones. Sin embargo, resulta evidente que su rendimiento en este tipo de choques resulta más que preocupante. No es la primera vez que el argentino  se ve encorsetado por el rival. El Inter de Mou, el Chelsea de Di Matteo, el Milan o el Madrid han dejado al descubierto las carencias de la estrella blaugrana. Es por ello por lo que creo que los técnicos culés deben replantarse la posición de Messi en partidos atascados. En la previa comenté que no vería con malos ojos la inclusión de Alexis o Villa en la punta del ataque, como referencia delante de un Messi más retrasado. Un jugador capaz de moverse entre los centrales para captar la atención de Varane y Ramos, siempre al filo del fuera de juego. Esto provocaría más libertad para el argentino y más preocupaciones para Xabi y Khedira, quienes se verían obligados a no presionar tan arriba al estar más pendiente del jugador rival más importante.

Messi no dio la talla ante el Madrid


No estoy de acuerdo con la excusa de la falta de un referente en el banquillo. No hace falta estar en el campo para darse cuenta de que Messi se encuentra incómodo con tanto jugador alrededor; así como tampoco hace falta estar en el banquillo para saber que Arbeloa tiene una tarjeta y la entrada de Tello complicaría mucho la labor del lateral madridsta. Este equipo está muy trabajado y lleva jugando así varios años. Este equipo es el mismo que pudo rematar la eliminatoria en la ida, y también estaba Roura en el banquillo.

Sólo me queda dejar claro que no me baso en el ventajismo. Este estilo de juego ha dado muchos frutos y títulos al club catalán, y los seguirá dando, sin duda. No obstante, resulta evidente que hay que cambiar alguna pieza a la hora de encarar este tipo de enfrentamientos, donde la previsibilidad se hace patente. Ante Osasuna y Granada la clara superioridad camufla estas carencias, es en partidos como el de anoche donde salen a relucir
Si el Barça varía algún aspecto táctico y, lo hace con acierto, seguirá siendo el mejor equipo de Europa y el máximo favorito para alzarse con la Champions. Además, debe pensar que la liga la tiene encarrilada y la eliminatoria ante el Milan es claramente remontable. La Copa es el torneo menos importante a los que aspiraba.

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