Gran partido el de Pepe ante el Barça el pasado sábado. Su intensidad y agresividad contagió al Madrid durante todo el encuentro. Corrió, peleó e incluso desquició a algunos jugadores culés. Fueron muchos los balones robados por el portugués que propiciaron contras madridistas. Mucha culpa de que el Madrid se llevará la victoria salió de sus botas. Resulta evidente que, ni mucho menos, desentona en la medular.
Pero no voy por ahí. Pepe, posiblemente, es uno de los mejores centrales del último lustro. Su capacidad de anticipación y su manejo en el uno contra uno le hacen merecedor de un sitio en la élite. Inquebrantable por alto, y una potencia y físico increíbles, cuesta encontrar a un central en el panorama del fútbol mundial más completo que Pepe. Nadie puede dudar del acierto de Ramón Calderón a la hora de su contratación allá por el año 2007.
A todo esto hay que añadir que hablamos del ojito derecho de Jose Mourinho. Si hay un jugador que simboliza lo que quiere transmitir en el terreno de juego el técnico portugués, ése es Pepe. Podemos decir que es su extensión en el campo.
No obstante, hay un problema. No son pocas las ocasiones en las que Pepe tiene un comportamiento violento con los rivales. Una cosa es la agresividad encauzada a lances del juego, con el balón de por medio, y otra la violencia. El pisotón en la mano a Messi o la paliza a Casquero son sólo dos de los muchos ejemplos que podríamos poner sobre la mesa. Con él sobre el campo, da la sensación de que en cualquier momento puede provocar una tarjeta roja que perjudique al equipo. Además, el hecho de que la afición del Bernabéu jalee sus idas de olla no ayudan a que el jugador corrija su conducta.
Pero ahora Pepe se encuentra en una situación desconocida para él. No es imprescindible. La pareja formada por Sergio Ramos y Varane se ha entendido a las mil maravillas, y ya podemos decir que el Madrid tiene centrales para muchos años. ¿Dónde colocar a Pepe? Nadie duda de que su estado de forma sigue siendo óptimo, aunque no tanto como para relegar a Ramos o Varane al banquillo. De hecho, con el francés, Sergio Ramos no juega tan sobreexcitado que como cuando forma dupla con el portugués. La estadísticas están ahí, con Pepe se cometen muchas más faltas que sin él en el campo.
El Madrid maneja varias opciones de cara a la temporada que viene. Una teoría viable podría ser esperar una jugosa oferta de algún equipo europeo. No resultaría descabellado contemplar esa posibilidad teniendo en cuenta que hablamos de un jugador que la pasada semana cumplió 30 años. Si un PSG o Manchester City, por ejemplo, pusieran sobre la mesa 20€ millones, dudo que Florentino se resista a venderlo.
Otra posibilidad sería dejarlo todo tal y como está, sin tocar nada. Por todos es sabido que las temporadas son muy largas, con lesiones y altibajos físicos, y el hecho de contar con tres centrales de altísimo nivel ayudará a conseguir objetivos. Si Mourinho continúa en la disciplina del Real Madrid, posiblemente estemos ante la opción con más probabilidades de llevarse a cabo.
Y por último, una variante con la que pocos cuentan. Ya son varias la veces en las que hemos visto al defensa actuar en el centro del campo en la labor de contención. Incluso con Portugal ha tenido una cierta continuidad ocupando esa demarcación, por lo que no sería una posición novedosa para él. Todos recordamos la gran labor que desempeñó en los Clásicos del año 2011, muy parecida a la que realizó el pasado sábado. Intensidad, brega, sacrificio, entre otros, son los factores que determinan el juego del portugués en la medular. Si a esto le sumamos que Xabi y Khedira suelen llegar justitos de forma a los momentos clave de la temporada por falta de descanso, y que Essien ya no es un jugador que ofrezca mucha fiabilidad; el factor Pepe cobra más fuerza. No creo que sea mala idea contar con Pepe como jugador número 12.
Pepe disputa un balón con Alexis
No sabemos lo que deparará el futuro de Pepe, lo que sí está claro es que existe cierta incertidumbre. Sus salidas de tono en el terreno de juego no comulgan con la imagen que quiere dar Florentino de su club. Si Mou sigue, nadie duda de que el jugador se mantendrá en la disciplina merengue, ya sea jugando de central, en la media o incluso de utillero. Y lo peor es que nos tememos que su conducta no variará mucho, dado lo satisfecho que le ve a Mou con el comportamiento del jugador.
Lo que sí sabemos es que Pepe sigue siendo un jugador muy importante en la plantilla del Madrid, aunque ya no tiene la incidencia que, por ejemplo, sí gozan Ramos, Alonso, Casillas o Cristiano.
Importante, sí. Imprescindible, no.
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